La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha lanzado su veredicto sobre los populares termos Stanley, entre otras marcas destacadas en el mercado. Ante la duda de muchos consumidores sobre si la inversión en estos productos de alto costo es justificada, la Profeco ha llevado a cabo un minucioso análisis para determinar su calidad en comparación con otras opciones disponibles.
En su evaluación, la Profeco se centró en tres aspectos clave que definen la experiencia del usuario con estos termos. En primer lugar, se examinó la hermeticidad, asegurándose de que los recipientes no presentaran fugas cuando se colocaran boca abajo con su capacidad máxima, tanto con líquidos fríos como calientes. Este criterio riguroso permitió identificar la capacidad de retención del líquido en condiciones severas.
Otro aspecto evaluado fue el ensamble de la tapa. La Profeco abrió y cerró manualmente las tapas de los termos para verificar que el ajuste y sellado del sistema fueran adecuados y herméticos. Se descartaron posibles problemas de atoramiento o dificultades en el cierre, lo que podría deberse a defectos en el roscado interno o el sistema de cierre.
Finalmente, la Profeco determinó el peso total de los termos, considerando todos los accesorios incluidos, como agarraderas, popotes, cintas o cordones para sujetarlos, bolsas de traslado, entre otros. Esta medida, llevada a cabo con una báscula digital, proporcionó información crucial sobre la portabilidad y comodidad del producto en su conjunto.
La Profeco, con estos rigurosos estándares de evaluación, ofrece a los consumidores una guía objetiva para tomar decisiones informadas sobre la compra de termos, incluidos los populares Stanley. Antes de realizar una inversión, los usuarios pueden ahora considerar el veredicto de la Profeco y evaluar si los beneficios justifican el alto precio de estos codiciados termos.
