Durante la Semana Santa, es común observar que las imágenes religiosas en las iglesias son cubiertas con mantos morados. Esta antigua tradición de la Iglesia Católica tiene sus raíces en los eventos que marcan esta época del año. Desde el siglo IV DC, se cubren las figuras como una forma de fomentar la reflexión sobre los acontecimientos del Evangelio, especialmente durante el Jueves y Viernes Santo, así como el Domingo de Resurrección.
El propósito de cubrir las imágenes de los Santos durante la Semana Santa va más allá de la reflexión. Según catholic.net, esta práctica también simboliza el luto dentro de la Iglesia Católica. Los días de Pasión son considerados días de duelo, y cubrir las imágenes es una forma visual de honrar los sufrimientos de Cristo y recordar su sacrificio por la redención de la humanidad.
El velo morado sobre las imágenes religiosas representa el duelo de la Iglesia por la ausencia de Cristo, recordando los momentos de su sufrimiento y muerte. Este gesto, llevado a cabo en todas las iglesias durante la Semana Santa, busca mantener viva la espiritualidad y las tradiciones litúrgicas que acompañan a esta época del año. Así, cada templo ofrece la oportunidad para que los fieles reflexionen y se acerquen a la fe en un ambiente de recogimiento y solemnidad.
