En una historia que ha generado revuelo en las redes sociales, una mujer compartió la impactante revelación de que no eran simples «perrillas», sino huevecillos de gusano los que había tenido en su ojo durante cuatro años. El testimonio se hizo viral, enfatizando la importancia de consultar a profesionales en lugar de automedicarse. La mujer, que inicialmente pensó que su problema visual se debía a «perrillas» o orzuelos, detalló cómo sintió dolor en el ojo y notó un bulto blanco en la línea de agua, acompañado de hinchazón y enrojecimiento.
A lo largo de varios años, la mujer adoptó la rutina de arrancarse los puntos blancos que aparecían en su ojo, creyendo que eliminaba las «perrillas». Sin embargo, el problema persistía, ya que el gusano depositaba huevecillos que ella retiraba temporalmente. Finalmente, después de que la situación pareciera empeorar, decidió consultar a un oftalmólogo. El médico le reveló que no se trataba de orzuelos, sino de un gusano que residía en su ojo y dejaba huevecillos, impidiendo su recuperación.
El tratamiento proporcionado por el especialista solucionó el problema, destacando la importancia de buscar ayuda médica de inmediato. La experiencia dejó a los internautas sorprendidos y reflexionando sobre la necesidad de reconocer los síntomas adecuados y buscar atención profesional sin demora. Comentarios como «¡Ay, mana! Milagro no te quedaste sin ojo. Ya voy a ir a mi médico» expresan la preocupación y conciencia generadas por esta asombrosa historia.
