La tranquila rutina de un vecindario en Argentina se vio sacudida por un descubrimiento macabro que dejó consternada a toda la comunidad. Alexis Duilio Pachu, un hombre de 46 años, fue señalado como el responsable de un acto desgarrador: el descuartizamiento de su propio padre, Atilio Pachu, de 83 años, con el objetivo de mantener el cobro de la pensión del anciano.
Según las autoridades, desde el inicio de la pandemia en 2020, los vecinos dejaron de ver al señor Atilio. Se asumió que había sido trasladado a un centro de cuidado debido a su avanzada edad. Sin embargo, la realidad era mucho más sombría. Alexis, quien tenía a su cargo el cuidado de su padre y del hogar, mantuvo a su padre encerrado y en condiciones críticas de salud. Tras el fallecimiento del anciano, decidió desmembrar su cuerpo para continuar cobrando la pensión.
El espeluznante descubrimiento se produjo cuando las autoridades, a través de cámaras de seguridad, avistaron a Alexis arrastrando una maleta por la calle antes de abandonarla junto a un contenedor en una plaza pública. Este acto llamó la atención de las fuerzas del orden, desencadenando la revelación de un horror inimaginable.
La policía, al registrar el departamento de Alexis, encontró al hombre durmiendo con ropa limpia. Sin embargo, lo más perturbador estaba en el refrigerador: la cabeza del anciano y parte de sus extremidades. Aunque aún no se han hallado las manos de la víctima, el macabro hallazgo confirmó el atroz destino del señor Atilio a manos de su propio hijo.
Las autoridades se enfrentan ahora al análisis psicológico de Alexis para determinar su salud mental. A pesar de este paso, la certeza recae en el abuso sufrido por el anciano. Los restos recuperados reflejan que vivió en condiciones inhumanas, desatendido y sumido en un estado deplorable durante sus últimos días.
Alexis enfrenta cargos de homicidio agravado y aguarda por la decisión judicial que determinará su futuro. Mientras tanto, la comunidad intenta comprender el horror que tuvo lugar tras las puertas de una aparentemente tranquila residencia, donde la realidad oculta dejó cicatrices imborrables en la memoria de todos.
