La Corte Suprema de Estados Unidos está a punto de abordar un tema crucial este jueves: la inmunidad penal de los expresidentes, específicamente en el caso de Donald Trump.
Esta decisión podría tener un impacto significativo en las elecciones de noviembre. Aunque la mayoría de los expertos legales predicen una derrota judicial para Trump, es posible que ya haya obtenido una victoria política al retrasar el inicio de un juicio en su contra.
El caso se centra en una acusación contra Trump por conspirar para alterar los resultados de las elecciones de 2020.
Dado que ningún expresidente anterior había sido formalmente acusado de un delito, no hay precedentes sobre si un expresidente goza de inmunidad penal. Los abogados de Trump argumentaron que un expresidente tiene «inmunidad absoluta», pero dos tribunales rechazaron este argumento.
A pesar de la mayoría conservadora en la Corte Suprema, es poco probable que se inclinen a favor de la inmunidad general para un presidente. Aunque la decisión final aún está por llegar, es probable que tenga consecuencias para el calendario electoral. Si bien la fiscalía tendrá que apresurarse para celebrar el juicio antes de las elecciones, la Corte Suprema podría esperar hasta junio para emitir un fallo.
Mientras tanto, Trump enfrenta múltiples acusaciones relacionadas con las elecciones de 2020, así como otros cargos en Nueva York y Florida. Este caso tiene implicaciones no solo para Trump, sino también para el futuro de la inmunidad presidencial y el sistema judicial de Estados Unidos.