Corea del Sur anunció con éxito el lanzamiento de su segundo satélite militar espía, en medio de las tensiones crecientes con su vecino del Norte. Este acontecimiento se produce días después de que Corea del Norte reiterara su plan de lanzar varios satélites de reconocimiento este año. Ambas naciones lanzaron sus primeros satélites espía el año pasado, como parte de sus estrategias para aumentar la vigilancia mutua y fortalecer sus capacidades de ataque con misiles.
El lanzamiento del segundo satélite espía surcoreano tuvo lugar desde el centro espacial Kennedy en Florida el domingo por la noche (hora local), según confirmaron fuentes del Ministerio de Defensa surcoreano. Tras su exitoso despegue, el satélite se separó del cohete y entró en órbita, comunicándose con una estación en tierra.
El vocero del Ministerio de Defensa, Jeon Ha Gyu, destacó la importancia de este logro, afirmando que el ejército surcoreano ha fortalecido su capacidad de vigilancia con este nuevo satélite. Corea del Sur tiene como objetivo lanzar cinco satélites espía para 2025, en virtud de un contrato con SpaceX.
Por otro lado, Corea del Norte continúa su propio programa espacial, con planes de lanzar más satélites de reconocimiento este año. A pesar de las tensiones, Pyongyang busca establecer su propia red de vigilancia desde el espacio en respuesta a lo que percibe como amenazas militares de Estados Unidos y Corea del Sur.
La escalada en los lanzamientos de satélites espía por ambas Coreas ha suscitado preocupaciones y tensiones a nivel internacional, especialmente debido a la prohibición de la ONU sobre los lanzamientos de satélites por parte de Corea del Norte, que se consideran pruebas encubiertas de tecnología de misiles de largo alcance. Este episodio refleja la compleja dinámica geopolítica en la península de Corea y la constante rivalidad entre los dos países.