Científicos descubren que las células que almacenan información en la memoria mejoran con el tiempo, un hallazgo clave para entender y tratar enfermedades como el alzhéimer. El estudio internacional, liderado por la Universidad de Buffalo en colaboración con el MIT, Harvard, Imperial College de Londres, entre otras instituciones, revela que el cerebro mejora su capacidad para distinguir entre experiencias similares con el paso del tiempo.
El proceso a nivel molecular involucra a los engramas, neuronas encargadas de almacenar información en la memoria. Cuando alguien vive dos experiencias parecidas en un corto espacio de tiempo, como asistir a dos fiestas en la misma semana, el cerebro inicialmente puede confundirlas, pero con el tiempo mejora su capacidad para diferenciarlas.
Los engramas se reactivan para ayudar a recordar, y cuando se interrumpen, se produce la amnesia. El equipo desarrolló un modelo computacional que explica cómo se almacena una experiencia en el cerebro, comenzando con la información sensorial que llega al hipocampo, donde se forman los recuerdos. A medida que se forman, las neuronas que se activan antes pasan a formar parte del engrama y refuerzan su conectividad.
El estudio también revela que, con el tiempo, se activan muchas menos células engramadas, explicando por qué la discriminación de los recuerdos mejora con el paso del tiempo. El cerebro divide la «autopista» inicial del recuerdo en dos carriles para permitir una mejor discriminación. El proceso fue demostrado con ratones expuestos a dos entornos diferentes.