Una tragedia que conmocionó a Ohio llega a su resolución judicial: Kristel Candelario, la madre que dejó sola a su hija de 16 meses durante 10 días para irse de vacaciones, ha sido condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Candelario, de 32 años, se declaró culpable de homicidio con agravantes y poner en riesgo a un menor. La fiscalía desestimó otros cargos, pero la condena refleja la gravedad de los hechos.
Las autoridades descubrieron a la pequeña Jailyn sumamente deshidratada y, poco después, falleció. El informe de la necropsia determinó que la bebé murió de hambre y deshidratación severa, marcando un caso de negligencia sin precedentes.
El juez del Tribunal de Litigios Ordinarios, Brendan Sheehan, calificó el acto como «traición máxima» y sentenció: «Así como no permitió que Jailyn saliera de su confinamiento, usted también debe permanecer el resto de su vida en una celda privada de su libertad».